Amigos y amigas:
En la sesión ordinaria de ayer, 22 de febrero, los diputados aprobamos un dictamen que sanciona y aumenta penalmente el acoso sexual que se realice sobre persona de cualquier sexo con motivo de sus relaciones laborales, docentes, domésticas o cualquier otra, con la amenaza de causar a la víctima un mal relacionado respecto a la actividad que los vincule.
En este sentido, la propuesta aumenta las sanciones imponiendo de seis meses a dos años de prisión y de 30 a 50 días multa; y en el caso de que el hostigador aproveche su posición jerárquica laboral, docente, doméstica o cualquier otra que implique subordinación, la sanción será de ocho meses a tres años de prisión y de ciento veinte a doscientos cuarenta días multa.
En el dictamen que reforma el artículo 259 Bis del Código Penal Federal y la denominación del capítulo I del título decimoquinto, también se establece que si el hostigador fuese servidor público y utilizare los medios o circunstancias que el encargo le proporcione, se le destituirá de su cargo y se le inhabilitará por el mismo término de la pena de prisión impuesta.
Asimismo, las penas aumentarán hasta en una mitad en su mínimo y máximo cuando el delito se cometa en contra de una persona menor de dieciocho años de edad o que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho o que por cualquier causa no pueda resistirlo.
Mi compañero, el diputado Ezequiel Rétiz Gutiérrez fijó la postura del PAN.
Destacó que el dictamen atiende uno de los problemas que violentan la dignidad humana, donde las mujeres son las que sufren en mayor grado el hostigamiento y el acoso sexual, humillación, estrés emocional, ansiedad, depresión, irá, impotencia, entre otros. Precisó que son muchas las mujeres que con su trabajo colaboran en la economía de sus familias o son el pilar principal de un hogar; sin embargo, se ven obligadas a luchar, dentro del ambiente laboral o académico, contra las actitudes ventajosas de sujetos que las amenazan.
Finalizó señalando que no se puede permitir que en nuestra sociedad subsistan rasgos de discriminación y violencia en contra de mujeres y hombres; que debemos llegar a un sitio donde los derechos y la dignidad de cada sujeto sea respetada.
En la sesión ordinaria de ayer, 22 de febrero, los diputados aprobamos un dictamen que sanciona y aumenta penalmente el acoso sexual que se realice sobre persona de cualquier sexo con motivo de sus relaciones laborales, docentes, domésticas o cualquier otra, con la amenaza de causar a la víctima un mal relacionado respecto a la actividad que los vincule.
En este sentido, la propuesta aumenta las sanciones imponiendo de seis meses a dos años de prisión y de 30 a 50 días multa; y en el caso de que el hostigador aproveche su posición jerárquica laboral, docente, doméstica o cualquier otra que implique subordinación, la sanción será de ocho meses a tres años de prisión y de ciento veinte a doscientos cuarenta días multa.
En el dictamen que reforma el artículo 259 Bis del Código Penal Federal y la denominación del capítulo I del título decimoquinto, también se establece que si el hostigador fuese servidor público y utilizare los medios o circunstancias que el encargo le proporcione, se le destituirá de su cargo y se le inhabilitará por el mismo término de la pena de prisión impuesta.
Asimismo, las penas aumentarán hasta en una mitad en su mínimo y máximo cuando el delito se cometa en contra de una persona menor de dieciocho años de edad o que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho o que por cualquier causa no pueda resistirlo.
Mi compañero, el diputado Ezequiel Rétiz Gutiérrez fijó la postura del PAN.
Destacó que el dictamen atiende uno de los problemas que violentan la dignidad humana, donde las mujeres son las que sufren en mayor grado el hostigamiento y el acoso sexual, humillación, estrés emocional, ansiedad, depresión, irá, impotencia, entre otros. Precisó que son muchas las mujeres que con su trabajo colaboran en la economía de sus familias o son el pilar principal de un hogar; sin embargo, se ven obligadas a luchar, dentro del ambiente laboral o académico, contra las actitudes ventajosas de sujetos que las amenazan.
Finalizó señalando que no se puede permitir que en nuestra sociedad subsistan rasgos de discriminación y violencia en contra de mujeres y hombres; que debemos llegar a un sitio donde los derechos y la dignidad de cada sujeto sea respetada.
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