miércoles, 9 de febrero de 2011

Cecy Arévalo exhorta a las autoridades educativas a realizar actividades programáticas específicas para la atención y resolución del Bullying


• México ocupa el primer lugar con el ambiente escolar más violento de entre 23 países.
• Las conductas negativas desatendidas que se provocan a las víctimas del Bullying pueden derivar en reacciones violentas e incluso en el suicidio.
• Un ambiente escolar propicio ayudará a los alumnos a desarrollar al máximo sus capacidades.

El pasado 8 de febrero del año en curso, la diputada federal Cecilia Soledad Arévalo Sosa presentó un punto de acuerdo que exhorta a las autoridades educativas federal y locales, para que realicen acciones programáticas específicas encaminadas a la atención y resolución de la problemática de violencia verbal, física, psicológica y social (bullying) entre los alumnos de los establecimientos escolares de todo el país.

Lo anterior ante la realidad de millones de niños mexicanos. “El tema de la violencia o acoso escolar está presente hoy en día en las instituciones educativas, pese a que, de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por México, los Estados se comprometen a tomar medidas para garantizar que el niño sea protegido ‘contra toda forma de discriminación o castigo por causa de su condición, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus padres”. Entre los más propensos a ser victimizados según el Fondo de las Naciones Unidas están “los pobres, los indígenas, las niñas, los habitantes del campo, las madres adolescentes, a los que tienen alguna discapacidad o problemas de aprendizaje.”, y ello sólo por diferenciarse del resto.

Entre las acciones más comunes, pero no por eso aceptables se presentan “romper o esconder objetos personales, dejar mensajes escritos, burlarse, poner apodos, amenazas”; actitudes que, generalmente, pasan desapercibidos por las y los educadores.

“Algunos de los efectos de este ejercicio de violencia son bajo rendimiento, ausentismo, tristeza o depresión y pérdida de autoestima y deserción escolar. La víctima difícilmente podrá salir de la situación por sus propios medios. Si estas conductas son desatendidas, y existen factores agravantes, el hostigamiento puede derivar en cuadros de neurosis, reacciones muy violentas o hasta en el suicidio.”

Según el “Estudio Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje (Talis, por su siglas en inglés) en donde dice que México ocupa el primer lugar con el ambiente escolar más violento de entre 23 países, además de contar con los maestros con menos preparación y más faltistas” presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Situación alarmante que requiere la intervención de las autoridades educativas para la aplicación de las actividades programáticas específicas que ataquen el problema de forma directa.

“Es por ello que una educación bien encaminada y dirigida servirá, entre otras muchas cosas, como un factor determinante para el desarrollo social del educando, pero también, para el fortalecimiento de su seguridad y de sus valores humanos, que enfaticen el reconocimiento de las diferencias, la tolerancia y el respeto.”

“Debemos tener presente que para que exista una mejor educación, es necesario que esta se dé en un ambiente propicio, un ambiente sin violencia en donde tanto los alumnos como los maestros y el personal que ahí labora se sientan seguros y en donde puedan desarrollar al máximo sus capacidades.”
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