Amigos:
Quiero informarles que ayer, en la sesión ordinaria, aprobamos por unanimidad declarar el 2 de octubre, como aniversario de los caídos en la lucha por la democracia de la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en 1968, fecha en la cual la Bandera Nacional deberá ser izada a media asta.
En el documento se señala que en la Plaza de Tlatelolco de la Ciudad de México, un número significativo de ciudadanos, en su mayoría estudiantes, que participaban en una manifestación política resultaron muertos, heridos o detenidos por efectivos militares mediante el uso indiscriminado de la fuerza.
Por ello se considera preciso que el propio Estado asuma el día 2 de octubre como una conmemoración oficial representativa del repudio nacional a la violencia, subraya el dictamen de la Comisión de Gobernación.
Este dictamen aprobado por unanimidad de 333 votos, establece que la fecha debe ser institucionalizada como solemne y que sirva de recordatorio permanente de lo que no debe volver a ocurrir en el camino que cotidianamente trazamos para alcanzar un sistema político, económico y social efectivamente democrático.
Mi compañero, el diputado Javier Corral Jurado, presidente de la Comisión de Gobernación, mencionó que esta reforma debe ser un rescate nacional de la memoria sobre un hecho que no puede repetirse, el cual, dijo ayudó a la transición democrática. “Sería impensable sin el esfuerzo y el ejemplo pionero de los estudiantes de 1968”, subrayó.
En el documento se señala que en la Plaza de Tlatelolco de la Ciudad de México, un número significativo de ciudadanos, en su mayoría estudiantes, que participaban en una manifestación política resultaron muertos, heridos o detenidos por efectivos militares mediante el uso indiscriminado de la fuerza.
Por ello se considera preciso que el propio Estado asuma el día 2 de octubre como una conmemoración oficial representativa del repudio nacional a la violencia, subraya el dictamen de la Comisión de Gobernación.
Este dictamen aprobado por unanimidad de 333 votos, establece que la fecha debe ser institucionalizada como solemne y que sirva de recordatorio permanente de lo que no debe volver a ocurrir en el camino que cotidianamente trazamos para alcanzar un sistema político, económico y social efectivamente democrático.
Mi compañero, el diputado Javier Corral Jurado, presidente de la Comisión de Gobernación, mencionó que esta reforma debe ser un rescate nacional de la memoria sobre un hecho que no puede repetirse, el cual, dijo ayudó a la transición democrática. “Sería impensable sin el esfuerzo y el ejemplo pionero de los estudiantes de 1968”, subrayó.
“La noche de Tlatelolco es recordada por la generación que al ser víctima de la represión gubernamental tuvo la extraordinaria oportunidad de contribuir a la modernización de la sociedad y luego del Estado mexicano”, resaltó.
Consideró que al votar a favor de este dictamen se salda una deuda histórica de homenaje patrio en la efeméride nacional.
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